La cisterna explotó y el fuego se esparció muy rápidamente, consumiendo el autobús. Solo cuatro de las 49 personas que iban a bordo pudieron
romper las ventanas y salir fuera, mientras que otras 40 murieron y cinco más resultaron gravemente heridas.
Los médicos advierten que el número de víctimas mortales puede aumentar, ya que los cinco se encuentran en estado crítico. Según los primeros datos de la investigación, el accidente se produjo cuando el conductor del autobús intentaba adelantar a un automóvil.
La mayoría de los pasajeros dormían en el momento del accidente.
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